Siempre fue un potrillo de enorme concepto, desde antes de su debut, y lo venia demostrando llegando invicto y graduado - Había conquistado el Clásico M. Anasagasti (L)-, a la gran cita de las Dos Mil Guineas. El zaino, mostró una evolución enorme y con mucha autoridad se llevó su primera gran copa.
Adrián Giannetti estuvo en las riendas del defensor de Las Monjitas y lo guio con la serenidad que lo caracteriza, viajando siempre en el fondo del pelotón, buscando los palos para no perder terreno y abriendo en el momento oportuno para poder atropellar en libertad. La recta final fue realmente un monólogo del hijo de Daniel Boone (BRZ), pues pareció "prender el turbo" y pasar de largo a los punteros que nada podían hacer ante el notable remate del ganador.
Fueron cuatro largos en el espejo los que separaron a Vespaciano del G1 Shy Friend, en un tiempo de 1:33.64 para los 1600mts de césped seco. El dividendo del entrenado por Carlos Daniel Etchechoury fue de $6.45.
De esta manera, el criado por el haras Santa María de Araras llegó a su tercera victoria al hilo y estiró su invicto. Ahora será momento de ver, para su equipo, si ir por la Polla de Potrillos y soñar con la triple corona, o, como muchas veces pasa, seguir el camino del césped con vistas al Jockey Club. ¡Que futuro!
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