Opus Alpha es, sin duda, un caballo de enorme concepto. Lo es para su equipo, como también para nosotros que lo creemos, realmente, un ejemplar de Grupo. Hasta aquí, sus tres victorias habían sido dando espectáculo. En la lluviosa noche de lunes el zaino demostró que, además de saber brillar, también tiene corazón y eso, es un plus de los buenos caballos.
El lote no era simple: Roman The Mad fue tercero en el Martínez (G3), de la temporada pasada –entre otras destacadas performances-, Sandyman y Bekir son ganadores clásicos, y Pembe Savanna –a pesar de que no tuvo una buena carrera-, también es un ejemplar de nivel. Y Opus Alpha los supo doblegar, haciendo la punta a los pocos metros de la partida, intentando la escapada en el ingreso a la recta final, luchando en el 'palo' de los 300 finales cuando fueron a ganarle, y reaccionando en la última cuadra y media para poner ¾ cuerpo a su favor.
El cronómetro le marcó 1:36.29, para los 1600mts de pista de arena pasada, al nieto materno de Street Cry. El dividendo del entrenador Roberto Pellegatta fue de $1.45.
Así, el reservado de La Leyenda se dio el gusto de poder ganar el primer Clásico de su campaña y acumular su cuarta conquista. Es brillante pero también guapo: no tenemos dudas de que los Grandes Premios tienen un lugar reservado para él.
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