Hace siete años, Infiltrada se convertía en la campeona de la especialidad derrotando a los machos en el Anchorena. En la edición 2020, su hijo Irideo repitió la hazaña de su progenitora y, aunque con la receta opuesta a ella, demostró que nació para la milla.
Rodrigo Blanco, jockey de Grupo 1 como pocos, estuvo en las riedas del reservado del Pozo de Luna que pasó de largo con su fuerte atropellada al pingo -me pongo de píe- Joy Filoso, y luego resistió la fuerte carga de Atfront. El espejo marcó medio cuerpo a favor del zaino que devolvió un dividendo de $30.15 y empleó un tiempo de 1:36.24.
De esta manera, el entrenado por la familia Gaitán, llegó a la cuarta victoria de su campaña siendo esta la segunda jerárquica y primera de Grupo 1. Gran futuro para Irideo que se puso corredor y será figura principal en el 2021.
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