Desde antes de su debut que Huapango Torero tiene concepto de pingo. Dueño de un tranco bien característico de los fondistas, el pupilo de la familia Gaitán buscó rápidamente una primera incursión clásica y la resolvió con comodidad.
Eduardo Ortea Pavón estuvo en los estribos del reservado del Haras Pozo de Luna que, viajando segundo durante todo el desarrollo, dominó con autoridad por la parte central de la pista y escapó al espejo con tres largos sobre Lord Of Lords. El tiempo empleado por el nieto materno de Roy fue de 2:00.42 para los 2000mts de césped seco.
Así, el zaino estiró su invicto a dos presentaciones y se graduó con mucha calidad. Enorme futuro lo espera en las carreras de largo aliento.
Foto: Prensa HSI
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